jueves, 2 de septiembre de 2010

Desconstrucción

Escrituras y otras cosas

¿Letras más letras es igual a letras, divido y multiplicado
dan letras y como raíz tiene……?
El punto suspensivo y la incógnita
 (ignorancia, desconocimiento, falta)  me conducen
 a la presencia de esta actualidad presente

“A” la primera letra de alfabeto con que se escribe cualquier escritura, un sonido extraño de la muerte y la vida,  un sonido que surge de la profundidad. Es una respiración alfabética, es una de las vocales, ¿que son vocales? ¿Originantes, los principios, los fundamentos de la escritura, letras que significan? Con la “A” empieza este escrito, esto no significa que este escrito tiene un comienzo, que tiene un punto de partida y hablar de final ni quiero hacer. Pero tengo que presentar este escrito, presentar en varios sentidos, presentar para el examen y presentar para que me entiendan, presentar, al que va leer, presentar, lo que viene después, presentar este presente escrito, sólo la presencia que es realidad en donde los fundamentos, (hablar de origen es la paradoja) acompañan la existencia de la presencia, ordenador de este caos, gracias al logos ordenador, palabra y razón, conjunción, disyunción  “y, e, o” unión de ideas.
       
Quiero partir diciendo que es un escrito más, son letras que significan, poseídos de una historia, una historia siempre actual  que se distinguen y forman la figura que significan. El objetivo de este escrito es no tener un objetivo, es la paradoja que construye todo. Y surge la pregunta, esa necesidad ¿qué es?  Me lleva a preguntar ¿Qué es la deconstrución? (es el tema central del trabajo) ¿Qué es la periferia, el no centro, el distinto, el diferente, lo invertido? ¿La no identidad, lo fuera? ¿El otro?, la lengua del otro, el idioma del otro, la cultura del otro ¿Qué es toda esta pregunta? ¿Por qué el signo de interrogación? Son muchas las cuestiones que me llevó a hacer una lectura de Derrida. Al final no sé si entendí, pero me di cuenta de la afinidad y la duda que siempre tuve de todo lo que es centro, absoluto, racionalidad, son  interrogantes que trataré en este escrito, no pretendo responder, sólo expresar de acuerdo a lo leído, pensado y sentido. (y copiado)
           
Mi pregunta es ¿Cuál es el sentido de este escrito? La respuesta es presentar un escrito, nada más y nada menos. Pero con una característica, me quiero sentir libre, pensar libre si es que se puede, desarrollar libre, por eso está detrás de este escrito, como ya dije: Derrida y por qué no, Deleuze.  Este escrito surgió después de  algunas lecturas de las ideas de estos hombres considerados filósofos de la diferencia. ¿Qué es la diferencia? Una pregunta más entre tantas preguntas.

No es un ensayo, una monografía, una investigación, posiblemente sea un articulo extraño, escrito con un estilo muy propio por eso voy a anexar algunos trabajos y conclusiones de este último año de filosofía que no es último, porque que para mí no es el último año de filosofía, lo último pertenece al orden, que ante y después termina.
  
Otro aspecto a destacar de este escrito es que está dentro de la categoría de artículo, pero dentro de los artículos extraños, no quiero presentarlo como un idea propia, sino en este mundo de colage en donde todo se pega y se copia, dentro de es este artículo espero que se diferencie lo pegado, lo copiado y el resto, se entiende por resto, lo tecleado en la máquina, sentado divagando (pensado) y tratando de que salga un artículo para el examen, presentaré algunas ideas y reflejos de pensamientos de la periferia, de la apertura, del flujo, del movimiento, de historia viva y no quieto, aunque lo estoy aquietando para que se trasforme en letras y se escriba.

Examinaré, por no utilizar la palabra crítica,  varios temas, entre ello me quiero centrar en mi interés egoísta que me da la fuerza de sobrevivir la vida y el tiempo y la naturaleza, haré salto de temas durante el camino, y la metáfora será una de la primera condición, tratar con las letras, las letras es la actividad en donde muere la idea pero al interpretarlo ( si se puede decir) de vuelta genera vida, y espero que las ideas y los pensamientos no mueran en las letras.

No he leído mucho ni poco ¿Qué importa la cantidad? Acaso los pensamientos reflejados  tienen peso, masa, se mide, se calcula, se estructura, dirán se sistematiza, que lindo suena sistematizar. ¿Sistematizar la razón? Lo quieren convertir en máquina, y que los conceptos sean puros, perfectos y verdaderos.  ¡Lindo proyecto¡ que admiración me causa todo este racionalismo decadente que se levanta y se cae, no niego la importancia de la razón pero creer en ella es como creer en un mito más que explica lo inexplicable. Hemos avanzados, evolucionados, somos inteligente, me dirán, tenemos confort, viajamos, tenemos tecnología, máquinas que trabajan por nosotros, conocemos el comportamiento climático, sabemos prevenir, calcular ¡todos es hermoso! ¡Que feliz el hombre¡

 De qué hombre me hablan,  pregunto ¿Quién? , el hombre  concepto universal, ese alguien  yo, otro,  me encuentro con el desgraciado, el infeliz que se muere en un hospital sin atención médica, arrojado en su vejes en un asilo, y con el que disfruta la fiesta, con la embriagada que se le pide para que no fume en este salón y que pase a fumar en lugar establecido, aquí tiene su fuego. Casi me tiembla la mano por no controlarme, digo en mis adentros que disfrute de su habano que no digo el precio por no conocer el costo.  Así es el otro que circunda mi existencia, el particular, este hombre, que cada día me encuentro y la enfrento, aparecen y desaparecen los otros.
                              
El sistema está preparado; todos son unos autómatas, son meros elementos, son configurados y cumplen su función, me refiero a lo son-es, esa masa sin-forma, que se despiertan y duermen sin conciencia, que creen tener conciencia, igual que ellos. Yo, éste que no existe sin el otro, este yo egoísta, atrevido, absolutista, totalitario, que dice ser conciente de la realidad, por eso también me integro a esta conciencia, (conciencia atrapada por ideologías, alienado, fascinado, creyente y fanático de la verdad)   espero que con este trabajo se refleje un poco de lo confuso y difuso de esta mentalidad, de esta racionalidad que  parece irracional, en donde todo a perdido su razón y su fundamento.

I

Ya empecé a escribir y no puedo dejar de escribir de lo que escribo. Quiero partir de las letras y los signos, es como decir del cómo de la escritura partir es ya, no es comienzo, es lo que está, hay una frase que me llamó la atención. Uno de lo escrito que leí dice cuando se habla de escritura en Derrida “la escritura comunica mi pensamiento lejos de mí durante mi ausencia, incluso después de mi muerte”[1]  es una verdad en un sentido pero también una  mentira, no sé si grande, pero una mentira en fin,  muchos entienden así la escritura y esto es un error que cometemos lo que intentamos leer el pensamiento ajeno en una escritura, es como anécdota que dice, “Camino por el campo. A lo lejos veo un molino. Me alegro, por que tengo sed. Apuro el paso en esa dirección. Pero no, no es un molino. Me rió de mi mismo y pienso en Don Quijote, que confundía molino de viento con gigantes. ¿Cómo pude equivocarme tanto? Se trata de un galpón. Sí, un galpón, seguramente lleno de trigo o sorgo. Estoy cansado, pero sigo caminando: Vuelvo a detenerme y ahora me enojo conmigo mismo porque compruebo que no es un galpón, sino un tractor: Finalmente llego al lugar y el dueño del tractor me da de beber. Le agradezco. Ahora que he recuperado mis fuerzas continuo mi rumbo, pero ya no soy el de antes. A lo lejos  veo…Ya no me atrevo a decir que veo. He caído en la duda. Nunca sabré –me digo- que veo. Los sentidos siempre me pueden engañar. He tenido visiones falsas y tengo miedo de volver a arriesgarme, a ilusionarme: Luego me corrijo. Me corrige una voz que habla en mi interior: “No, tus visiones no fueron falsas. Has visto bien; tus ojos no han fallados, lo que falló fue la interpretación que hiciste de aquella visión confusa, tu elaboración de la imagen”
Continuo pensando: “Hubiera podido desviarme de esa ruta y emprender otro recorrido. Entonces jamás habría sabido que mi visión, mejor decir la visión de mi visión, había sido falsa…”[2]

Esta anécdota sigue, el escritor empieza su libro de esta forma e invita a pensar, como dije alguna vez he pensado sobre la grafía, en la palabra  y su significado. Significan tantos, que hasta el mismo escritor, al pasar por el tamiz del tiempo lo entiende de otra manera, lo que escribió, ya pasó y será,  ni qué decir de las traducciones dejan de ser y son sólo interpretación, interpretación del mismo autor, la escritura tiene su vida propia, muere las ideas y el pensamiento en cada escritura, se independiza y adquiere mil significados, por eso toda escritura es misterio, siempre tiene que decir algo nuevo y nunca dirá todo, son palabras que se escriben y lo impresionante que son fonética. Suenan en idiomas, crean culturas, modo de entenderse, comunican y se interpretan, error o falsedad, es presencia, que se desvela y se oculta en cada instante.

 Me hace recordar un texto de Pablo Neruda que leí y dice “ Todo lo que usted quiera , sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan. Me prosterno ante ellas… Las amo , las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito….Amo tantos las palabras…las inesperadas… las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta de pronto caen….Vocablos amados…Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces….son espuma, hilo, metal, rocío…Persigo algunas palabras…Son tan hermosas que las quiero poner toda en mi poema…Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo…me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas como algas, como ágata, como aceitunas,…Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las libero…Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como resto de naufragio, regalos de las ola..Todo está en la palabra…Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó  como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que la obedeció…Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo los que le fue agregado de tanto rodar por el río, de tanto trasmigrar de patria, de tanto ser raíces…Son antiquísimas y recientísimas…Viven en el féretro escondido y en  la flor apenas comenzada…Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos…Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabacos negros, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más ha visto el mundo…Todo se lo tragaban, religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a los que ellos traían en sus grandes bolsas…Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra…Pero a los bárbaros se les caían de las botas, las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes…El Idioma. Salimos perdiendo…Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se los llevaron y nos dejaron todo…Nos dejaron las palabras.”[3] 

Son escritura, es escritura, palabras, me hace recordar  de Arte Poética “La Rosas de los Vientos” unos cuantos Cd que llegó a mis manos y a mis oídos, es una constante pregunta de las niñas en donde preguntan, descubren, cuestionan  y hay una respuestas de varios poetas entre ellas Rosario Castillo una poetiza  que habla de la palabra y la escritura.

La escritura significa y se interpreta, “en el sistema de diferencias que constituye la lengua, todo significante funciona con referencia a otros significantes, sin que conduzca nunca a un significado. Si buscamos en el diccionario el significado de un significante desconocido, encontramos otros significantes, nunca significados[4].

Las palabras y todas escrituras nunca son las misma, dependen del lugar donde están ubicados y como se la interpreta, por eso en la historia de la escrituras todos dependen, nada surge de la nada, la escritura se transforman, son y dejan de ser, ni los poetas, ni los científicos pueden inventar palabras, si la inventan significan y tiene un origen que es la mera presencia, si quieren que signifique en un futuro se remiten a un ausente.

            El significado no es más que  un significante situado en cierta relación con otros significantes, que la diferencia entre significante y significado no es nada, la pregunta que acusa en mi interior ¿de donde surge la palabra? Es una pregunta antigua, surge de la necesidad de comunicar, me dirán, no quiero esta respuesta, hay dos maneras o formas de ver y de afirmar; uno dicen, de la materia; otros, de la idea. La palabra “pan” es pan y cuando digo pan comeré? cuando digo agua beberé? Así dice un poeta, es la idea, una realidad; la palabra es lo que se ve o se siente, ¿donde está la palabra?

            Refiriéndose a estos temas complicados copio lo que está escrito. “esta diferencia entre las unidades aparentes sensibles no puede, por definición, ser a su vez sensible (no se puede ver /tocar, oír, etc./ una diferencia como tal). De ahí que la materia o el tejido en los que aparentemente estaban recortados los significantes desaparezcan de la definición esencial del signo, incluso en su aspecto significante. Eso es lo que invalida la tenencia de la lingüística a dar más importancia a una sustancia de expresión (la voz) sobre otra (la escritura) e inicia la desconstrucción del fonocentrismo, preludio de la desconstrucción del logocentrismo[5] 

            Escribir desde la periferia, desde el sur, en otro idioma es  palabra y escritura, yo parlante que he aprendido una lengua del otro que no es mío, que no es de mi tierra, he aprendido y escribo de esta forma, digo todo esto refiriéndome al guaraní, ¿qué es el guaraní? una cultura, una lengua, una forma de ser, un grupo de indígenas, un territorio, una palabra, un sonido.

La escritura no posee directamente significado ni referente, sino que remite al signicante fónico del que se supone que ella no es más que la transcripción[6] así se refiere cuando habla de la escritura. En estas lecturas a Derrida descubrí muchas ideas  y  respuestas a mis preguntas. Son varias las preguntas  a la lengua, a las palabras y en especial al guaraní ¿por qué nos cuesta escribir? Ni en castellano escribimos y mucho menos en guaraní y no hay literatura basta en guaraní, (a no ser mil y miles de poesías convertida en música que suenan como canciones populares)  existe un invento laboratorial de bibliotecas, ¿Qué función cumple la escritura? La comunicación, me dirán, es una forma de telecomunicación dice Derrida que tiene ventajas e inconvenientes en la interpretación  ¿por qué se escribe? Así se responde “se escribe cuando no se puede hablar, cuando obstáculo contingentes que se reducirán a otra forma de la distancia, impide que llegue la voz.

No podemos negar de la importancia de la escritura,  mediante ella se expone los pensamientos, pero también la escritura carece de libertad al escribir porque cierra y petrifica y, como paradoja, se puede interpretar de mil maneras. Esta escritura que se inventa y se enseña ha hablar en las escuelas es  un error, me refiero al guaraní, nadie entiende ni nadie la practica, lo que se habla en la calle es lo real de la comunicación.

Dice, no se sí Bennington o Derrida que la escritura no posee toda la cualidad fonética, al escribir no se llega a decir todo, cuando se habla sobre un pensamiento o se explica está la entonación, el acento, la fuerza con que uno desarrolla, esto genera interpretaciones, pero también dice que la palabra se desvanece instantáneamente en el momento mismo de ser pronunciado, mientras que la escritura permanece y puede volver siempre para celebrarme o condenarme y sigue diciendo sobre la escritura que en gran parte depende del destino, sino no tiene un buen destino, dice que la escritura en esencia es falsificable, deseo trascribir y dice: “la palabra viva sale de mí, al mundo, pero en mínima medida, y cuando hablo conmigo mismo no parece salir en absoluto: sin embargo,  la escritura permanece en una monumentalidad que, muy, pronto, veremos asociada a la muerte.”[7]

Toda escritura implica lectura, lectura de quien escribe y de quien lee, el que no lee ¿qué sabe de escritura? El tema del autor y lector es tema tratado  por Derrida. “El acto de escribir queda dividido de golpe con la complicidad entre escritura y lectura, lo cual impide de forma inmediata que se pueda considerar tan fácilmente este acto….” [8]

Siguiendo con el tema autor y lector de una escritura, el acto de escribir está dividido, habla de unidad de acto de escribir y de leer y que ésta, está dividida y que se convierte en acontecimiento, y una posibilidad necesaria de la muerte del escritor, Y con la escritura aparece el tema de la alteridad o sea el Otro.

            Esta muerte que se habla ocurre con el escritor y con el lector, con el remitente y el destinatario y esta muerte es lo que abre a la alteridad. En algún momento dije que la escritura muere, que la escritura petrifica y mata el flujo, el movimiento, pero como una paradoja genera, origina; es una fuente y tiene mil forma de trasmutarse, de configurarse, tomar forma, adquiere colores, es un camaleón, muchas veces una intención de una escritura queda en un absurdo, ¿Qué intención tiene el escritor al escribir y cómo la entienden los que leen? ¿Se puede identificar la escritura, tener la firma? ¿Importa quien escribe?

            No quiero pegar tanto, pero exigido por el acontecimiento copio lo que copio “…la escritura no puede nunca expresar plenamente un pensamiento ni llevar a cabo una intención….. la muerte del escritor, en ese sentido amplio, convierte a todo remitente en destinatario, y viceversa. Esta muerte abre el escrito a la alteridad general de su destino, pero al mismo tiempo, impide cualquier llegada garantizada o total a ese destino: la supuesta unidad de un texto, marcada, en principio, por la firma de su autor, permanece en espera del refrendo del otro. Pero todo destinatario determinado y, por tanto, todo acto de lectura, se encuentra afectado por la misma muerte: por consiguiente, se deduce que todo refrendo espera otros, de forma indefinida, que la lectura no tiene fin, está siempre por venir, como labor del otro (y nunca del Otro)” [9]
           
      
II

La escritura tema de este trabajo, que es un trabajo más, tiene muchas fuentes,  quiero contar lo irrelevante, lo no importante, lo que esta fuera de un trabajo, en eso día loco de Jano, en donde Jano separa, se-para y divide el tiempo, se pone de pie y mira el pasado y el futuro que rostros estos rostros, que calor de enero, una noche cualquiera me empezaron ha hablar de “Poesía”, es un amigo que me hablaba de su amiga, que le soñó  a un poeta, yo no le conocía, la amiga del amigo admiraba a un poeta , me mostró un cuadro, el cuadro era una fotografía, está el celular de mi amigo, este cuadro es el fruto de un sueño, la amiga del amigo que le soñó a un poeta y la pinto, me hablaba de Valery de que es un gran poeta, yo no entendía nada, pero hay una fuente en donde uno bebe cuando tiene sed y está una comunión en donde todo nos unimos, unos dirán es un espíritu, es una fuerza, es la sed que uno tiene y por eso bebe.

 En eso día de Jano, Derrida ocupa mi tiempo y también me habla de Valéry, en esos días sudoroso, agobiado, la noche y el humo de las hiervas era mi paz, el humo atraía a los poetas de las palabras,  era la poesía un punto de unión, eran las palabras que dicen.  Rosas de los Viento Arte Poético, sonaba, era la voz de Neruda que habría el telón, “nada” parece tener sentido, en las poesía pero hablaban del misterio y los poetas cautivan las palabras, las palabras vulgares la sacralizaban. Fue en esos días que escuché un nombre propio como dice Derrida que tiene firma.
  
Era una colección de Rosas de los Viento pero esa noche solo sonó Arte Poético, y Derrida habla de Valéry en un texto. Cuando uno escucha esos monstruos que encantan, que atrapan, que devoran, no sé si a qué genero pertenecen,  con sus hermosas melodías, ya no la olvida, queda el recuerdo, se resiste, resistencia hermosa, no se aguanta y ya se quieren tirar al mar para ser devorado, no se pueden aguantar, es mucho deseo, es tanta, tanta sed, esa necesidad de entender, de comprender lo incomprensible.

Estar conciente, alucinado, alterado es corromperse, esa es la realidad, y el estado conciente es lo más enigmático en su análisis dice Freud según Derrida.

Traté de entrar en algún artículo de Derrida entre ello la fuente de Valéry[10] que es un subtitulo de “Qual,cual” en donde en su pie de página explicaba el contexto del artículo “conferencia pronunciada el 6 de noviembre de 1971 en la Universidad Johns Hopkims, con ocasión del centésimo aniversario de nacimiento de Valéry. Debo a los trabajos de Michel Lechantre el haber releído a Valery y descubierto los Cabiers. Estas paginas le son así naturalmente dedicadas.”[11] 
 
Todo es saltos de temas y temas, cual es el tema del trabajo, el eje, el centro, es ubicación y pura posición para analizar en una forma. Que mal que escribe me decían mis profesores, primero se escribe el sujeto, el sujeto tiene sus adjetivos luego viene el verbo, el predicado y los complementos, toda oración tiene su tiempo en que esta conjugado.

Cuando un escrito es oscuro, tiene metáforas, dice mucho porque tiene el misterio que quiere desvelarse y se lee, se lee despacio y escuchando a las palabras casi independiente de la estructura relacionándose tocándose de apoco sí… las palabras se tocan entre ellas y otras se funden y se confunden.

Mi ignorancia me condujo a Valéry, no le leí todavía, pero ya tengo la imagen que dio Derrida, la imagen de un cuadro soñado y la lectura de su  biografía de este gran poeta francés así lo dicen, simbólico, enigmático, surgió la palabra enigmático no quise decirlo pero tuve que escribirlo.

El escrito se calcula cada palabra en su lugar tiene un cuerpo estructurado, dice Derida que Valery lo sabia, transcribo la siguiente “Digo esto se calcula: una artimaña semejante no puede maquinarse en el cerebro de un autor, simplemente, salvo para situarlo como una araña un poco perdida de su tela, aparte. La tela se hace muy a prisa indiferente al animal-fuente que puede muy bien morir sin haber siquiera comprendido lo que ha pasado. Mucho tiempo después vendrán otros animales una vez más a colgarse de los hilos, especulando, para salir de él, con el primer sentido de un tejido, es decir, de una trampa textual cuya economía siempre puede ser abandonada a sí misma. Se llamó a esto escritura. Esta se calcula, Valéry lo sabía, y volviendo a él, a esta enorme tela encartonada que lleva literalmente su firma….”[12] 
                                                                                    
Para cualquier ser, sujeto, que escribe la metáfora suple lo simple pero explica, lo simple generalmente aburre, lo simplificado, lo explicado, la escritura en su presencia complica e implica.

He encontrado la palabra tropo en Derrida y me gusta y así dice el diccionario “Empleo de las palabras en sentido distinto del que propiamente les corresponde, pero que tiene con este alguna conexión, correspondencia o semejanza. El tropo comprende la sinécdoque, la metonimia y la metáfora en todas sus variedades”.[13]

El tropo es al final una manera de escribir, hay un artículo de Derrida sobre metáforas, no sólo uno. En muchos artículos aparece la metáfora. En un artículo que se titula “La Mitología Blanca” desarrolla en forma detallada lo que es la metáfora, se nota ideas cautivante de lo que es la escritura y su desarrollo; la metáfora ¿es una economía de la palabra?, ¿representar en imágenes, lo que es un esquema, un esquema es imagen? ¿Es un ornamento más?    No tengo el deseo de alargarme, pero digo que sin la metáfora todo pierde su sentido y la muerte ronda, ya no sirven las palabras, no dice nada. Todo tiene que ser sintético, esquemático, instantáneo, simple y por que no decir desechable.

Quiero referirme a un artículo que lleva por título “Firma, Acontecimiento, Contexto” de Derrida disertada en un congreso Internacional sobre el tema de la comunicación en Montreal 1971, en un apartado en donde se refiere a la firma hay una definición de firma escrita que también se puede dar a un escrito firmado no me interesa no solo el concepto, también  la forma y la conclusión de su discurso “una firma escrita implica la no-presencia actual o empírica del signatario. Pero, se dirá, señala también y recuerda su haber estado presente en un ahora pasado, que será un ahora futuro, por tanto un ahora general, en forma transcendental del mantenimiento. Este mantenimiento general esta de alguna manera inscripto, prendido en la puntualidad presente, siempre evidente y siempre singular, de la forma de firma” [14]

No creo que sea aburrido copiar algunas conclusiones y lo que piensa Derrida sobre estos temas tratados en este trabajo, ni hacer comentarios como hacen los comentarista, Derrida concluye que la escritura, la comunicación, no es el medio de transporte del sentido, el intercambio de las intenciones y del querer-decir, el discurso y la comunicación de las conciencias, sigue afirmado que esto no significa el final de la escritura. “No asistimos a un final de la escritura que restauraría, siguiendo la representación ideológica de Mac Luchan, una transparencia o una inmediatez de las relaciones sociales, sino al despliegue histórico cada vez más poderoso de una escritura general de la cual el sistema del habla, de la conciencia, del sentido, de la presencia, de la verdad,  etc., no sería un efecto, y como tal debe ser analizado. Este es el efecto puesto en tela de juicio que yo he llamado en otra parte logocentrismo.” [15]  

La palabra logocentrismo[16] en Derrida da mucho que hablar, por eso recurro al diccionario para un acercamiento a su significado y si hay una definición posible.

También dice “que la escritura se lee, no da lugar, en última instancia, a un desciframiento hermenéutico, a la clarificación de un sentido o una verdad…” y  sigue diciendo al final que no se puede cambiar el concepto de escritura, pero en forma paradójica afirma que hay  nuevo concepto, pero se le deja el viejo nombre escritura y termina diciendo que la escritura, si hay una, comunica quizás, pero no existe, ciertamente. O apenas, para los presentes, bajo la forma de la más improbable firma[17]    

Bennington escribe y dice que Derrida afirma que hay una degradación de la escritura en occidente y con esto se concluye que la filosofía se encuentra presa  en lo que se denomina una contradicción de actuación, ¿que es todo esto?, que la filosofía no se puede escapar de la escritura, ¿hay otra manera de hacer filosofía?  La filosofía en occidente se escribe, se trasporta, se exporta escritura, cargado en libros con sus páginas escritas. Aquí la filosofía se lee y se vomita, aquí la filosofía se mide, es un examen, es un test,  una prueba, una materia, una carrera que no interesa, es un montón de libros escrito que poco y nada producen en los estudiante. ¿Por qué se estudia o decimos somos estudiantes de filosofía?

En este punto quiero referirme a Derrida, se habla de estudio de filosofía en una entrevista, ciertamente esta entrevista tiene una intención, y toda pregunta surge de un interés es sobre la enseñanza de la filosofía la entrevistadora pregunta  Usted colaboró con el Grupo de Investigación sobre la Enseñanza de la Filosofa (GREPH).
¿Cómo puede actuar la desconstrucción sobre las instituciones académicas?

Derrida explica primeramente el contexto de un grupo de investigadores y sobre un libro que suena interesante como título ¿Quién tiene miedo de la filosofía? Esta respuesta que viene a continuación nos sirve para hacer un ensayo sobre la enseñanza de la filosofía y más después de haber leído el libro citado, la respuesta de Derrida es la siguiente  “En la época en que fue fundado el GREPH y se publicó el libro Qui a peur de la philosophie? [¿Quién tiene miedo de la filosofía?] Independientemente de todas las tareas generales y permanentes en el trabajo sobre las instituciones filosóficas, políticas, etc., había en Francia una situación muy precisa, en la que un gobierno pretendía reducir la enseñanza de la filosofía en los institutos. Entonces traté de analizar las motivaciones que impulsaban a estos políticos y ver qué era lo que se reprochaba a la filosofía, y las razones por las cuales se quería reducir su enseñanza. Miedo no quería decir solamente miedo a una potencia crítica, incluso revolucionaria, sino también miedo a lo que se llama normalmente la inutilidad de la filosofía. Se quería rentabilizar la formación, ante todo formar técnicos para un sistema industrial; había, pues, un miedo ante la falta de rendimiento que se atribuía a la filosofía. Se trató de analizar todo ese miedo.
Hay todavía un miedo más profundo, más inconsciente, que explica el temor a enseñar filosofía a los jóvenes: se dice que la filosofía produce personas maduras, social y sexualmente. La situación de la Francia de los años 1975-1980 era muy particular, pero se extiende a las sociedades industriales, donde se tiende a la reducción del campo de enseñanza de las humanidades, de la filosofía, porque son técnicamente, económicamente, no rentables. No es una situación exclusiva de los institutos franceses. Así pues, en términos generales, se hicieron consideraciones que afectaban en realidad a la esencia de la filosofía desde que la filosofía existe. A mi modo de ver, el logro del GREPH más interesante es que no disociaba nunca el análisis y una práctica específica, en el momento concreto de esa sociedad: la filosofía misma. Se trataba de un trabajo sobre la deconstrucción filosófica en el sentido más general.”[18]


III    
     
Es momento de referirnos a la deconstrucción, para el diccionario es una teoría postestructuralista  que es muy conocida y apasionante cuyo principal exponente es Derrida.

¿Qué es la desconstrucción? Este es el deseo y lo que sigue trata de ser el “es” no la deconstrucción. En éste mundo de la información, he encontrado varias respuestas, hay tantas respuestas de toda clase y la pego de la siguiente manera, porque transcribir no es, pegar información es lo que hago:    

“La desconstrucción es una forma de análisis textual aplicada no sólo a la literatura y la filosofía, sino también a la historia, la antropología, el psicoanálisis, la lingüística y la teología. Su definición resulta difícil. Preguntar: ¿qué es la desconstrucción? significa indagar en la propia esencia de la desconstrucción. Sin embargo, podemos describir su funcionamiento, que según el propio Derrida tiene lugar a través de una “lógica paradójica”. Esta noción supone una deliberada contradicción en los términos, puesto que la lógica se define como aquello que no contraviene las ‘leyes’ del pensamiento, mientras que la paradoja es explícitamente autocontradictoria y contraria a la razón. Es precisamente este aspecto de la escritura de Derrida lo que le ha hecho merecedor del desprecio de muchos filósofos, quienes le acusan de proponer teorías del significado que en su opinión carecen por completo de sentido. Sin embargo, la esencia de la estrategia desconstructiva es la demostración de la autocontradicción textual. Difiere de la técnica filosófica establecida para detectar los errores lógicos en la argumentación de un oponente en que las contradicciones puestas de manifiesto revelan una incompatibilidad subyacente entre lo que el escritor cree argumentar y lo que el texto dice realmente. Este divorcio entre la intención del autor y el significado del texto es la clave de la desconstrucción”[19]

Yo  pregunto ¿es la desconstrucción? Cuando se habla de esencia sólo veo una necesidad de mostrar un interés humano de encontrar la esencia, es como un mito necesario, no estoy preparado para decir creo o no creo en la esencia, creo en la realidad interpretada, en el estar, y dudo del ser de la esencia, solo entiendo, lo explicado, lo sentido, he preguntado ¿desconstrucción para qué?   

Para Ferrater Mora  la desconstrucción de Derrida es un método que lleva a la extrema consecuencia la actitud del último Heidegger, sigue diciendo que la desconstrucción es un acaso imposible, porque a toda desconstrucción le sigue una construcción que deberá ser desconstruida y volver a construir y así sucesivamente.  De vuelta la pregunta ¿desconstrucción para qué? Si vuelvo a preguntar, yo mismo me catalogaré de tradicionalista, de derecha, que no quiere el cambio, que me gusta el statu quo.

 La desconstrucción no sólo es a la literatura y a la filosofía, es también a la historia, la antropología, el psicoanálisis, la lingüística y a la teología, así dice lo pegado recientemente y lo repito, de algo me olvidé, algo no repetí, pero ahora lo traigo y lo escribo UNA FORMA DE ANALISIS, pero no es cualquier forma, es una forma textual, una forma de análisis textual ¿es esto: desconstrucción?

Mejor no preguntar y que la pregunta se calle, ante que callar, ni intentar preguntar, o sea no  preguntar por el es, de la desconstrucción, no preguntar por la esencia, por que se niega la esencia, entonces vayamos a ver cómo funciona  la desconstrucción, dice que funciona según la lógica paradójica, significa algo lógica paradójica. No sé si Derridá duda de la razón, o es un incrédulo irracional, pero con lo poco que le voy conociendo, tiene  ideas interesante, interesante digo  por que me interesa.

Lo más absurdo que encuentro en lo pegado, se refiere a la esencia, el comentarista de la desconstrucción dice indagar la propia esencia de la desconstrucción, justamente la desconstrucción no busca esencia, y no pretende tener esencia, he comentado con algunos compañeros este tema y me dijeron que cuando habla de esencia el comentarista esta hablando en otra categoría y no con el sentido derridiano, no tenia respuesta pero luego pensé, ¿por que la palabra esencia?  Es nuestro vocablo occidental está impregnado de fundamento y esencia, todo se lo explica y se trata de penetrar en la esencia, conocer la esencia, buscar la esencia y así lo esencial es lo que importa, y se olvidaron de los detalles, de lo referente, y a mucho no le importa lo que no es esencial, a nadie le importa lo secundario, lo fuera.    

Dice el comentarista;  que la esencia  de la estrategia desconstructiva, es la demostración de la autocontradicción textual, presenta a la desconstrucción como una estrategia, en donde la desconstrucción demuestra la autocontradicción, palabra rara ésta, estamos cargados de contradicciones y habla de autocontradicción del texto.

Dice que la clave de la desconstrucción es el divorcio entre la intención del autor y el significado del texto.

El siguiente pegado hay una definición que es explicación de ese autor incógnito ¿acaso importa quien dijo y escribió?  

"Deconstruir es a la vez un gesto estructuralista y antiestructuralista: se desmonta una edificación, un artefacto, para hacer que aparezcan sus estructuras, sus nervaduras o su esqueleto, pero también, simultáneamente, la precariedad ruinosa de una estructura formal que no explicaba nada, ya que no era ni un centro, ni un principio, ni una fuerza, ni siquiera la ley de los acontecimientos, en el sentido más general de esa palabra. La deconstrucción como tal no se reduce ni a un método (reducción a lo simple) ni a un análisis; va más allá de la decisión crítica, de la idea crítica misma. Justamente, por eso no es negativa, aunque, a pesar de tantas precauciones, se la haya interpretado así frecuentemente. Para mí, va siempre junto con una exigencia afirmativa. Diría, incluso, que no tiene lugar nunca sin amor…   

Aquí rescato la frase “hacer que aparezcan”, “no se reduce a un método”, “ni a un análisis”, al final la desconstrucción es contradicción bajo contradicción. Todo lo explicado, ante de este segundo texto es la desconstrucción, es una teoría, es un método, es un tipo de análisis, pero no lo es todo, no es solo teoría, ni un método ni un tipo de análisis, ¿en qué nos quedamos? Nos quedamos en la contradicción.

Sigue otra frase del mismo autor: “De hecho, si la reconstrucción que prosiguió a la desconstrucción nihilista ya contenía contradicciones, la deconstrucción que sobreviene a la reconstrucción es esencialmente contradictoria: en cuanto se desconstruye un texto, en cuanto se logra su diseminación, se forma una nueva construcción, que nuevamente habrá de ser desconstruida".

Escribamos sobre la deconstrucción, dice Derrida en una entrevista sobre la desconstrucción y la escritura la pregunta es la siguiente ¿Qué ha desencadenado la reconstrucción? ¿A qué se debe la irrupción de la decosntrucción?

Derrida explica que no hubo un desencadenamiento, no hubo una especie de causa relativamente externa  o una intervención violenta o brutal de un dispositivo, ni es una intervención exterior ni algo moderno, dice Derrida que la deconstrucción siempre operó;  para decir lo que dice Derrida es mejor copiar “Lo que hoy se denomina deconstrucción  estaba operando hace mucho tiempo en el campo de la filosofía o de la cultura occidental bajo otros nombres; así que no es una intervención externa ni sucede en un momento dado. Desde luego, lo que afirmo deja abierta la cuestión de saber qué ocurre hoy, en el momento en que recibe su nombre.”[20]

Esta entrevista, aclara, dispone, presenta, pero por un momento lo que es la desconstrucción ¿por qué digo por un momento?, el instante, el momento aunque parece no existir porque no se puede medir ni calcular, y mucho menos describirlo, el instante no se aquieta, pasa, sucede, viene y va, dentro de mis reflexiones sobre el tiempo siempre me gustó el momento. Cuando hablo de historia hablo de momento, puntos, en un sentido geográfico, de visiones (miradas), todo juicio o crítica desde un punto, desde una visión, desde un momento, desde el instante que pasa. (Tácito /de qué momento me hablan, de qué visión, de qué punto)  Estos saltos que parece no tiene relación con lo que estoy escribiendo, son las ideas reflejadas que fluyen,  pero todo aunque no se vea es un gran holismo, y sólo experimentamos la presencia, con nuestra mentalidad de ordenador y jerarquizada, estructurante que busca toda esencia y fundamento, no se entiende lo inconcluso de un fragmento de idea.
       
Para desarrollar, o profundizar, o explicar el tema, (esta pura disyunción y conjunción)  si es un tema la deconstrucción. Por eso voy copiando lo que parece explicar lo que es la desconstrucción a partir de la  entrevista anteriormente citado.  

Dice Derrida “la necesidad de la deconstrucción se me ha hecho patente en el interior de unos textos clásicos, desde cierto punto de vista. Esto no ha ocurrido de golpe ni me ha sucedido a mí como individuo, sino que se ha manifestado como una cierta necesidad que ya estaba operando y que era legible no solamente en el campo filosófico, sino en un campo global, económico, político, histórico.”  Aquí se destaca la necesidad de la desconstrucción que se veía en todo los campos.

Esta pregunta me llamó la atención lo que se busca con la filosofía el viejo discurso es la verdad, aquí Derrida presenta una respuesta a la pregunta que viene a continuación “Una vez que la deconstrucción comienza a operar ya no es posible seguir concibiendo la actividad filosófica como la búsqueda de la certeza, sino más bien como una estrategia de lectura-escritura, que tiene lugar no sobre un conjunto de problemas sino sobre textos, ¿no es así? Es la pregunta, hay una respuesta son dos letras una “s” y una “i” y una explicación de lo que se entiende por texto.

Sí. Pero es preciso que nos pongamos de acuerdo en lo que significa «sobre textos». Estaría de acuerdo a condición de ampliar considerablemente y reelaborar el concepto de texto. No pretendo hacer olvidar la especificidad de lo que clásicamente se llama «texto»: algo escrito, en libros o en cintas magnéticas, en formas archivables. Pero me parece que es necesario, y he tratado de mostrar por qué, reestructurar ese concepto de texto y generalizarlo sin límite, hasta el punto de no poder seguir oponiendo, como se hace normalmente, el texto a la palabra, o bien el texto a una realidad -eso que se denomina «realidad no textual»-. Creo que esa realidad también tiene la estructura del texto; lo cual no quiere decir, como me han atribuido alguna vez, que todo lo real esté simplemente encerrado en un libro”.

Se va explicando lo que es la desconstrucción afirma Derrida que “la deconstrucción no es esencialmente filosófica, y que no se limita a un trabajo del filósofo profesional sobre un corpus filosófico. La deconstrucción está en todas partes. Hoy se la toma en consideración por el hecho de que la temática -incluso la temática explícita de la deconstrucción bajo este nombre-, se despliega en campos que no tienen ninguna relación directa con la filosofía, no sólo en campos artísticos, como la arquitectura o la pintura, sino también en otros ajenos a las bellas artes o a la literatura. En Estados Unidos se habla de ella incluso en política, en el campo de las instituciones; así que la deconstrucción ni estaría limitada a los discursos ni tampoco a los discursos filosóficos.”

Siempre a partir de la filosofía se fundamenta una acción se habla de la filosofía que esta por detrás, el hombre occidental necesita de un discurso para su acción y ese discurso cree que es la verdad y por eso la imposición sobre los otros, la hegemonía, la centralidad, el absolutismo de un logocentrismo, por eso hay una pretensión de Derrida que la deconstrucción no sea un discurso o una posición filosófica igual como otras posiciones ha existido el discurso filosófico, sería un método más y una filosofía más, una corriente más de todos los discursos filosóficos dentro de la historia de la filosofía   “El discurso filosófico es, en fin, el discurso dominante en el interior de la cultura occidental. Y así una estrategia que haga referirse la deconstrucción de entrada, por privilegio, al discurso filosófico, es una estrategia que apunta a lo que es potencialmente más decisivo. Porque lo que se llama «filosofía», el filosofema, no se limita naturalmente a lo que se puede encontrar en los libros de filosofía o en las instituciones filosóficas; ese filosofema se encuentra en todas partes: en los discursos políticos, en la evaluación de las obras de arte, en las ciencias humanas y sociales. Por tanto, dirigirse en primer lugar a la filosofía como tal se justifica, diría yo, por razones de estrategia, una estrategia que encara el papel que tradicionalmente ha desempeñado la filosofía en la organización de la cultura occidental.”

Pero la desconstrucción no puede escapar de presentarse como una posición, de utilizar metodología y algunos principios prácticos para generar la deconstrucción, aunque Derrida diga no es un método, ni es metodogizable ni sea metódica siempre tiene que caer dentro de un orden o un sistema, como escapar de este logos ordenador por eso él mismo dice no es un subjetivismo sin método “El punto de la relación con el método se propone de manera un poco elíptica pero a la vez muy clara, aunque point de méthode es muy ambiguo en francés [es «punto del método» y «no hay método»]. Existe un momento en que se ve que la deconstrucción no puede dar lugar a lo que se denomina un método, un corpus de reglas y de técnicas que se puedan deducir según operaciones aplicables mecánicamente. Esto no quiere decir que la deconstrucción sea simplemente una especie de empirismo fiado a la subjetividad de cada uno. Existen reglas, hay reglas generales que yo he tratado de enunciar, de las cuales algunas se toman para crear procedimientos; pero son reglas que, en primer lugar, no se pueden reunir en un sistema. No hay un sistema de reglas. Estas reglas ordenan respetar lo otro, la especificidad del idioma, la singularidad de la obra, y deben dar lugar a una reinvención en el análisis de cada obra. No solamente una reinvención que se ajuste a la unicidad de la obra, considerada como si fuera un objeto sincrónico (por ejemplo, si uno se interesa en tal o tal texto de Mallarmé como un objeto que es un objeto definido); la regla es sobre todo describir un texto ligado al idioma de forma singular y única. No hay instrumentalización posible, una instrumentalización total. Siempre la hay hasta cierto punto, claro está, pero no es una formalización total de nuestra propia relación con la lengua y la escritura. Para esto es preciso inventar cada vez nuestra firma. No puede ser un método que se enseñe simplemente en las escuelas. Creo, por otra parte, que algo de la deconstrucción se puede enseñar, formalizar hasta cierto punto. Y he tratado de hacerlo, de formalizar tipos de análisis: por ejemplo, que es necesario invertir las jerarquías, luego reelaborar el concepto... Bueno, puede decirse que eso son recetas generales y típicas; y aún hay otras que, en efecto, pueden dar lugar a una enseñanza del método. Pero existe un punto en el que algo de la deconstrucción no es metodologizable. Yo he dedicado un seminario a la idea de método, a lo que ha constituido en la historia de la filosofía el valor de método, siguiendo hasta cierto punto a Heidegger -que distingue entre ódos y méthodos, el camino y el método-; he seguido a Heidegger y en un momento dado he vuelto problemático lo que él afirma. La cuestión de qué sea el método es una cuestión enorme... No creo que la deconstrucción sea metódica, metodologizable, pero menos todavía que constituya simplemente un empirismo, un subjetivismo sin método. La deconstrucción no es algo sin método, y no es un método.

Qué decir más de lo que es la decontruccción, podemos decir que una es un modo de pensar, se dice mucho de la decontrucción lo que más he encontrado sobre la crítica es la contradicción de conceptos, los comentadores no se ponen de acuerdo y justamente esto es la realidad de la deconstrucción, dicen que Derrida perteneció al movimiento filosófico del 68, que su aporte es la desconstrucción, dicen que el discurso deconstructivista identifica la incapacidad de la filosofía de establecer un piso estable y siguen diciendo es un tipo de pensamiento que critica, analiza, y revisa fuertemente las palabras y sus conceptos. Algunos los consideran a Derrida un rebelde y un crítico del sistema, algunos dicen que es un pensador de extrema izquierda, DICEN y lo que dicen es una manera de ver, de pensar, hasta de sentir al otro, creo o me imagino que nadie y muchos de los comentaristas no hablaron con Derriba  o si hablaron no le entienden, así es la realidad, se la interpreta y creemos lo que pensamos que es, ¿podemos llegar a la esencia, a la verdad? 

Todo es contemporáneo, al mismo tiempo, todo es momento que sucede, sucesiones de actos, de ideas, es tan necesario el “es”  en nuestro concepto y todo lo que escribimos “es y no es”  igual que las  vocales,  el “es” pasa a ser la necesidad de la estructura, de las definiciones, un modo de llegar a la esencia, La “A” es una vocal, es la primera letra de alfabeto. ¿Qué es una vocal?, una vocal es una “a” pero hay más vocales en esta lengua, son  cinco las vocales y en mi lengua existe seis, pero no sé,  si es vocal es una gutural. Pero la “a” no es la “es” la es puede ser cualquier cosa, una máquina, una planta, puede ser un concepto, hasta una afirmación (sí, es; no, es).

Espero que este trabajo sea un reflejo de lo que parece ser la desconstrucción, y una exposición desordenada de la escritura, es un escrito más, entre los escritos que va llevar mi firma para el examen, ¿qué examinan? No sé qué examinan - que uno escribe – que se está leyendo, - que se leyó al autor – que uno opina sobre el autor, sobre el tema - un mero cumplimiento - una forma burocrática de poner nota.

Este escrito quiso ser, no digo ser, aunque la palabra ser se adelanto, ni digo es, pero utilizo es, es el reflejo de una experiencia de enero y una materia de filosofía contemporánea.                            
 
 


Bibliografía consultada.
AA.VV. Hegel y el Pensamiento Moderno. Siglo veintiuno editores Mexico 1973.
Bennington, Geoffrey  y Derrida, Jacques. Jacques Derrida. Catedra S.A.  Madrid 1994.
Derrida, Jacques. Márgenes de la Filosofía. Catedra S.A. Madrid 1994.
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[1] Bennington, Geoffrey  y Derrida, Jacques. Jacques Derrida. Catedra S.A.  Madrid 1994. pg 71
[2] Barylko, Jaime La Filosofía Una invitación a pensar. Planeta Buenos Aires 1997 pg 9
[3] Es un fragmento de sus memorias “Confieso que he vivido”  de Pablo Neruda
[4] Bennington, Geoffrey  y Derrida, Jacques. Jacques Derrida. Catedra S.A.  Madrid 1994. pg 56
[5]  Ibis. pg 64
[6]. Ibid pg 65
[7] Ibvi pg 67
[8] Ibvi pg 75
[9] Idvi pag. 77
[10] Paul Valéry (1871-1945), poeta y hombre de letras francés cuya obra presenta un conflicto entre la contemplación y la acción que debe resolverse artísticamente para captar el sentido de la vida. Valéry está considerado como uno de los más grandes escritores filosóficos modernos en verso y prosa.

Valéry nació en Sète y estudió en la Universidad de Montpellier. En 1892 se trasladó a París y se adhirió al círculo literario del poeta simbolista Stéphane Mallarmé. Los primeros poemas de Valéry, escritos entre 1889 y 1898 y recopilados en Álbum de versos antiguos (1921), están muy influidos por el simbolismo.

Las dos primeras obras en prosa de Valéry se ocupan del dominio de las técnicas intelectuales. En Introducción al método de Leonardo da Vinci (1895), Valéry analiza el método creativo de uno de los grandes genios universales. La obra de ficción El señor Teste (1895), es decir, el ‘Señor Cabeza’, analiza los procesos introspectivos de su protagonista, un hombre dotado de una mente prodigiosa.

Valéry trabajó como funcionario (1897-1900) y también colaboró con una agencia de información (1900-1922). Durante esa época continuó sus estudios de matemáticas. Sumamente perfeccionista, se negó a publicar su poesía hasta 1917, fecha en que apareció el poema alegórico La joven parca. Su obra refleja una visión del mundo entendido como una combinación de las fuerzas de la vida y las esencias absolutas. En obras posteriores, como El cementerio marino (1920) y muchos de los poemas de Cármenes (1923), realiza un extraño análisis de la conciencia que el ser humano tiene de sí mismo en un estilo rigurosamente clásico, combinado con descripciones sensuales y naturalistas con técnicas musicales.

Los últimos escritos en prosa de Valéry son estudios filosóficos y meditaciones. En Eupalinos o el arquitecto (1923), desarrolla una teoría sobre la Arquitectura como la forma artística más afín a la Música. En Miradas al mundo actual (1933), Valéry ahonda en las bases ideológicas de la política moderna. En 1925 ingresó en la Academia Francesa (véase Instituto de Francia) y a partir de 1937 dio clases de política en el Colegio de Francia. Otras obras dignas de mención son El alma y la danza (1924), Variedad I-V (1924-1944) y La idea fija (1932).

Para Valéry la poesía era la más hermosa de las técnicas creativas. En sus versos articulaba ideas abstractas mediante imágenes simbólicas y ritmos sutiles. Los temas de su obra son a menudo antitéticos, las emociones frente al intelecto, el universo y el hombre, el ser y el no ser, o la naturaleza del genio y el proceso creativo. En sus escritos en prosa analiza el arte, la cultura, la política y las capacidades de la mente humana en un estilo aforístico. La condensación de su pensamiento, unido al denso simbolismo y las abundantes alusiones, hacen que el significado de la obra de Valéry resulte a veces oscuro.

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[11] Derrida, Jacques. Márgenes de la Filosofía. Catedra S.A. Madrid 1994. pg 313 es un nota de pies
[12] Ibis pg 318-319.

[13] Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

[14] Derrida, Jacques. Márgenes de la Filosofía. Catedra S.A. Madrid 1994 pp370
[15] Ibid p 371
[16] El logocentrismo lo que pude entender es la primacía de la palabra y la voz sobre la escritura, y el énfasis puesto sobre el significado en oposición al significante están en el núcleo del pensamiento derridiano según el diccionario pero existen otras palabras que se relacionan con ella como:  
.logogrífico, ca. adj. Perteneciente o relativo al logogrifo. || 2. Oscuro, difícil de entender.
logogrifo. (Del gr. λόγος, palabra, lenguaje, y γρῖφος, red, adivinanza). m. Enigma que consiste en hacer diversas combinaciones con las letras de una palabra, de modo que resulten otras cuyo significado, además del de la voz principal, se propone con alguna oscuridad.
logomaquia. (Del gr. λογομαχία, altercado). f. Discusión en que se atiende a las palabras y no al fondo del asunto.

[17] Derrida, Jacques. Márgenes de la Filosofía. Catedra S.A. Madrid 1994 pp. 371-372
[18] Jacques Derrida: leer lo ilegible (Jacques Derrida Entrevista con Carmen González-Marín, Revista de Occidente, 62-63, 1986, pp. 160-182.

[19] Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
[20] Cfr. Leer lo ilegible Jaques Derrida, entrevista con Carmen González-Marin, Revista de Occidente 62-63, 1986.pp 160-182.